Copy&paste
Hace poco hablaba con un colega sobre los chinos y su «capacidad» de copiar todo lo posible. La verdad creo que el capitalismo occidental les ha metido el «gusanillo» de necesitar referentes históricos (no chinos). A veces parece que es un proceso de occidentalizarse (o como se diga esa mierda) en el que se ven envueltos para obtener legitimidad ante el resto del mundo (rico y occidental se sobreentiende). Quizás esto no sea así y a mi me guste más hablar de la cuenta. Pero sinceramente creo que habría que estudiar esas ganas de copiar, y enfrentarlas a otras realidades similares. Habría que investigar si tienen algo en común el comienzo de los hoteles de Las Vegas, o las torres «quenopertenecenaldondeestan» de Dubai. Posiblemente todo tiene un patrón común, y solo nos extrañamos con el caso chino, que aunque es verdad que son los reyes presidentes de república del mambo.
¿A qué es debido ese énfasis por buscar un referente?
Puede ser que como decía Venturi, la forma ya no ha de seguir a la función, sino que podemos colocar un cartel publicitario gigante (palabras aproximadas, puesto que cuando cito textos, al leerlos lo hago en gaditano y no me termina de encajar que en Filadelfia se hable así). Entonces, las obras conocidas pasan a ser enormes carteles publicitarios de una región. Puedes o construir un aeropuerto magnífico y gigantesco o puedes copiar algo, probablemente la primera opción sería muy publicitada en todos los libros de arquitectura, pero la segunda opción conseguiría un feedback brutal, puesto que se cumpliría aquello de que hablen de mí aunque sea mal.
También hay que saber diferenciar un poco entre los distintos términos implícitos en copiar. Recuerdo a muchos profesores de Arquitectura que recomendaban copiar, como una buena forma de aprendizaje, siempre y cuando nos quedásemos con la esencia, y no con la imagen. Copiar no tiene por que ser negativo, si al copiar añades y haces diferente la pieza original. Pero copiar es algo en lo que muchos arquitectos (o políticos o promotores) no tienen fin, ya sea a veces copiando algo atractivo o con una cierta historia, o ya sea copiándose a sí mismos (autoreferenciandose diriase en moderno).
En fin que copias hay muchas, de todo. Y ver esas copias, tienen el encanto de descubrir una Torre Eiffel en medio de China y sinceramente es lo que me interesa exponer ahora, y no sobre como Gehry o Nouvel se autoreferencian en algunas obras. Así que allá va:
[Not a valid template]Empezamos con el proyecto «One city, nine towns». Un megaproyecto dentro del Plan de Urbanismo quinquenal de Shanghai, en el cual se construirían nueve pueblos copia. Francés, inglés, español, italiano, sueco, holandés, alemán, norteamericano y tradicional chino.
Little Paris, una ciudad «parisina» creada para dar cabida a unas 100.000 personas, aunque eso sí, ahora se estima que no llegan a los 10.000 habitantes lo que le da un aspecto curioso, o si no imaginad como se vería Paris sin tantos franceses.
Londres, pues allá va «Thames Town» y listo. Aunque como le pasa a Little Paris, la réplica londinense también presume de ser una ciudad fantasma debido a los altos precios de sus viviendas.
Una copia holandesa por aquí, un proyecto de copia español por allí , algo de la Alemania de Weimar , un poco de lo mejor de suecia (con palmeras, ¿WTF?)y nos montamos un Disneycopy (que también existe una copia abandonada de Disneyworld) de ciudades. La verdad que hubieran podido ser más crueles en algunos aspectos… Y así termina el proyecto «One city, nine towns».
También se puede ver la copia de Hallstaatt, un pequeño pueblo austriaco que se ha intentado, más o menos, copiar en la ciudad de Huizhou.
Otro caso algo más brutal es el de la copia de Manhattan, en Tianjin. Aparte de las imágenes, este vídeo que es increíble. Aunque parece que están cortos de fondos y puede que no sea una copia total.
Bonus track: Capilla de Ronchamp. A modo efímero existió en China, concretamente en Zhengzhou, aunque tras las reclamaciones de la fundación Le Corbusier, parece que la han derribado.